miércoles, 24 de abril de 2024

Trampantojos

 



Me gustan los trampantojos

cuando es algo que no es

pero se le parece.

Parece una milhoja

pero es un centollo

deconstruido.

Aunque luego no haya DIOS que lo coma.

 

Me gustan los trampantojos

o las apariencias engañan.

Hilos de azafrán aunque sea

colorante texturizado

sobre lenguado relleno de marisco

que en realidad es panga rellena

de gambas de mierda.

 

Me gustan los trampantojos

me conmueve este país

y su enferma necesidad de engañar

al otro; nos gusta construir mentiras

sobre montañas de mentiras

porque en el fondo, muy en el fondo

la verdad es algo tan superficial

tan efímera y al mismo tiempo

tan eterna como el Lazarillo de Tormes.

 

Anónimo Contemporáneo, Xx, XXXX

miércoles, 17 de abril de 2024

El tiempo en un círculo


 

El tiempo en un círculo plano 

y todas tus vidas dentro. 

Como constelaciones 

y fuera del círculo; 

La Eternidad. 

O lo que es lo mismo; 

la muerte, la muerte, la muerte. 

O el final. 


El final de todos los días oscuros 

en un día que no amaneció. 

Picando roca al amanecer 

con los que perdieron 

toda una vida 

pensando que eran los mejores,  

los más listos y preparados. 

Y solo eran el polvo que levantaban 

picando roca. 


Aquí, solo, mordiendo ese polvo 

cósmico en los que se mezclan 

tantos perdedores como ganadores. 

La Calzada y Roma y su imperio 

nunca estuvo tan lejos, de mi,

de nosotros, de nosotras, 

de ti. 


Nunca estuvo tan lejos Roma 

que ya ni siquiera 

es ciudad para caminantes. 

O lo es igualmente. 

Porque: 


El tiempo es un círculo plano 

con todos los días oscuros 

en los que no amaneció. 

Y el crepúsculo es una herida 

en uno de sus Nortes Atlánticos. 

Y tú, y yo un sol de Poniente

o el tiempo en un círculo plano. 



Víctor Cuetos, Xx, XXXX






martes, 9 de abril de 2024

Karamelo

 





Un día me compararon con un tal Carmelo. 

Y dije: 

Yo no escribo en los contenedores;

los incendiaba. 

Yo no escribo para contentar; 

tu descontento. 

 

Yo soy hijo de la rabia 

con piel de serpiente 

voz de cordero 

manos de cocinero 

ex trabajador del metal

con callos de usar cuchillos

cebolleros y callos de usar la Radial. 

 

Te hago un salmorejo de Sandía

o una fabada con Chorizo de Bimenes. 

O te pulo metal, y limpio la escoria. 

No soy un poeta más al que adorar

porque convivo contigo. Aquí y ahora. 

En este mismo puto momento. 

 

Me hundo contigo

me quemo contigo

solo así puedo saber

como te sientes, y

puedo acompañarte

con estas palabras;

nuestras palabras.

 

Incendio y apago

mis propias hogueras.

Soy lo que quieres que sea.

Tu infinita tristeza.

Tu rabia desmedida.

Una radial, un cuchillo,

una brocha gorda,

un trazo definido;  

con un principio

un desarrollo

y un final contundente.

En eso si me parezco

a Carmelo.