miércoles, 31 de enero de 2018

El Underground



Aquí murieron aquellos

que no pudieron ni respirar

por darnos una vida mejor.

Aquí dejaron sus pulmones

su corazón

sus intestinos

sus hígados

por el maldito carbón.


Aquí dejaron su piel

con la que algunos

se disfrazaron de mineros

y vistieron sus maletas

sus abrigos

sus asientos de piel

en coches centralizados

que tuvieron la cara dura

de llamarse sindicalistas

de rolex y de barricada pactada
por el reloj que marca el sistema.


Aquí dejaron su vida

la muerte solo era un mal paso

un dejarse enjaular para siempre

unos metros bajo tierra

sin poder respirar.

Y un chupito

un sol y sombra

unos culinos de sidra

un cosechero

con los amigos, familia

en cuanto llegas a tierra.


El infierno está demasiado cerca

no está permitido perder

ni un minuto de tu vida más en él

aunque siempre te quedará el cielo

y la capacidad de olvidar; viviendo.


Aquí está nuestra memoria

INCENDIADA

la más inmediata

la de la vergüenza silenciada

la de la revolución postiza

y más que impostada.


Llamaron folclore a la muerte

hicieron películas y documentales
vídeos, fotografías.

Construyeron Museos de minas
y eran Museos de Cera y Arcilla
en las que todo aquel que quiera

puede bajar a la Planta 14

echarse una foto

y cantar una de Víctor Manuel
como quien canta al Cid Campeador.

Los rojos pasaron a ser

del agrado del sistema

nostálgicos de chigre

viejos uniformados

perfectamente democratizados.


Nos pusieron cruces

aunque fuéramos dianas

al lado de las grúas.

Óxido y carbón de importación.



Billetes falsos

enrollados

tarjetas black

con motitas blancas

proxenetismo

prostitución

esclavitud

Cocaína.
Cuenca minera.


Aquí murieron nuestros abuelos

los que esperaban nuestras abuelas

mientras morían poco a poco

y mantenían al resto de la familia.

Y esperaban

esperaban

enfadadas

porque llegaban tarde o borrachos

brillándoles los ojos

esos ojitos rojos

de alcohol y grisú

que todos los días bajaban

al infierno

y subían al cielo
o a la vida
o directamente al cadalso.




Cruces

cementerios

geriátricos donde había colegios

albergues de putos peregrinos

donde había Escuelas e Institutos.

Minas abandonadas

que mantienen intacto el cartel

como si fuera una leyenda o una condena:

SALGAN CON ORDEN DE LA JAULA 















Billetes falsos
enrollados
tarjetas black
con motitas blancas
proxenetismo
prostitución
esclavitud
Cocaína.
Cuenca minera. 

Aquí murieron nuestros abuelos
los que esperaban nuestras abuelas
salir del pozo con vida.
Las que humillaron en las plazas 
después de las Huelgas. 
Las que esperaban porque algunos
nunca llegaban o llegaban tarde
borrachos, con los ojos rojos del grisú.
Los que todos los días bajaban al infierno
y subían al cielo o a la vida o directamente al cadalso.


Cuenca Minera. 
Cruces, cementerios
geriátricos donde había colegios. 
Minas abandonadas 
que mantienen intacto el cartel 
como si fuera una leyenda o una condena: 
SALGAN CON ORDEN DE LA JAULA 



Víctor Cuetos, Xx, 2018 





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